Descripción
Las Administraciones públicas, en general, y las administraciones locales, en particular, se enfrentan, desde hace ya un cierto tiempo a nuevos retos y a nuevos paradigmas en la gestión. Y para superar este horizonte las políticas de transparencia y de buen gobierno se presentan como mucho más que un simple mandato legal, aparecen como una vía para recuperar la confianza ciudadana en las instituciones, transformando los roles de relación sociedad-administración y permitiendo un mayor control y rendición de cuentas.
En este contexto, la aprobación del RD 424/2017, de Control Interno Local, se presenta como una oportunidad para cambiar el enfoque de un sistema de control interno aisladamente considerado, para pasar a formar parte de un sistema de integridad institucional en la línea de las políticas de cumplimiento normativo, de Compliance, en la línea de los marcos de integridad institucional de la OCDE.
Con el objetivo de optimizar las posibilidades del control interno, en esta obra se explora la traslación de las técnicas de Compliance al sector público, que si bien presenta notables diferencias en relación al sector privado, también ofrece numerosos puntos de encuentro que pueden facilitar una mejor gestión pública, en particular, en relación con las funciones de control interno, máxime en el ámbito local con el nuevo marco normativo tras la aprobación del RD 124/2017.
De este modo se analiza cómo utilizar todas las herramientas a disposición de la administración en la prevención y lucha contra la corrupción, mediante el hilo conductor de esta norma y el derecho al buen gobierno y a una buena administración. Asimismo, se profundiza en las ventajas de las funciones de colaboración, a través de las NIA y la auditoría pública, completado con la perspectiva del control interno más allá del órgano interventor a la luz del nuevo ecosistema de órganos de control derivados del marco legal sobre transparencia y buen gobierno.
La rendición de cuentas que implica el control interno constituye uno de los requisitos esenciales de la buena gobernanza, en los términos recogidos por la Comisión Europea, la OCDE y el FMI, por lo que desde las instituciones públicas debe avanzarse en la utilización de técnicas innovadoras, como el Compliance, para la mejora de la transparencia y la eficacia en la gestión pública.