ACCID, el Colegio de Economistas de Catalunya y el Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Catalunya organizaron el pasado martes 19 de septiembre un acto conmemorativo del 50 aniversario del Plan General de Contabilidad. La sesión presencial tuvo lugar en el auditorio de la Universidad Pompeu Fabra Barcelona School of Management.
El acto contó con las intervenciones institucionales de Santiago Durán, presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas -el ICAC-, que hizo una presentación en vídeo, Carles Puig de Travy, decano del Colegio de Economistas de Cataluña, Joan Vall, presidente del Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Cataluña y Montserrat Casanovas, presidenta de ACCID. Posteriormente, tuvo lugar la conferencia “La información financiera antes y después del PGC de 1973”, a cargo de Oriol Amat, catedrático de economía financiera y contabilidad de la UPF, y se celebraon dos mesas redondas en las que se debatió sobre el impacto del Plan General de Contabilidad en la enseñanza universitaria y en las empresas y en los profesionales.
En la conferencia, el economista Oriol Amat, repasó, primero, los hechos más relevantes que han ocurrido a lo largo de la historia en la evolución de la contabilidad –desde los primeros registros contables en la Mesopotamia de hace 5.000 años antes de Cristo y hasta los métodos contables en la Edad Media y la aparición de la normativa contable en 1973 con la aparición del primer Plan General de Contabilidad en España, un plan caracterizado, como señaló Amat, por la su “gran prudencia, poca creatividad, pocas páginas y pocas alternativas”. Apuntó que mientras el plan de 1973 ofrecía 7 alternativas a la hora de contabilizar un hecho el plan de 2007 ofrece 187 posibilidades. Un plan, el de 1973, que Oriol Amat definió con las características de «más objetividad, menos maquillaje y menos litigiosidad”.
El economista se refirió al impacto en la enseñanza e indicó que con anterioridad al plan de 1973 la situación era similar a la de una torre de Babel, porque cada centro docente aplicaba diferentes propuestas o sistemas de contabilidad, con una falta de homogeneidad en los principios, normas de valoración, denominaciones de las cuentas y formatos. Por el contrario, a partir del plan del 73, todas las universidades lo adoptaron.
En cuanto al impacto en el tejido empresarial, Oriol Amat, en referencia a la tecnología como factor relevante, comentó que los procesos de automatización, aplicación de softwares o la intervención de la Inteligencia Artificial no provocará la pérdida de puestos de trabajo entre los profesionales de la contabilidad o la auditoría sino que contribuirá a crear muchos más: “las revoluciones industriales han destruido puestos de trabajo pero también han creado muchos más”. Entre las conclusiones, afirmó que se ha pasado de un sistema de registro y cálculo (antes del 73) a uno de automatización y análisis de datos (en la actualidad), de una dimensión financiera a una integral, de un mundo de hombres a uno de igualdad de género, del contador a un profesional reconocido.
Posteriormente, tuvo lugar un debate sobre el impacto del Plan General de Contabilidad de 1973 en la enseñanza universitaria, moderada por Martí Garcia, presidente del Registro de Expertos Contables de Catalunya, y con la participación de Francesc Gómez (Universidad Autónoma), Jordi Martí (Universidad de Barcelona) y Maria Victoria Sánchez (Universidad Rovira i Virgili). El plan del 73 puso orden entre la gran diversidad de métodos y sistemas aunque, como se interrogó Francesc Gómez, quizás se perdió la oportunidad de crear un cuerpo de Derecho Contable. M.Victòria Sánchez destacó la ortodoxia con la que se defendió la preeminencia del Plan del 73 en las universidades mientras que Jordi Martí subrayó que muchos de los profesionales contables estudiaron en la universidad, antes del 73, y son hoy en día excelentes contables. Además, añadió que con el proceso de normalización contable en los últimos años disponemos de las empresas mejor contabilizadas del planeta.
En relación a la introducción de las nuevas normas de sostenibilidad, las personas participantes coincidieron en afirmar que cada vez más existen más normas y menos peso por parte del profesorado en la participación de la definición de los planes de estudio, con lo que se prima más la práctica que la teoría. En relación a la aplicación de las normas de sostenibilidad se defendió la integración en la enseñanza – integrar los conceptos financieros y no financieros.
Finalmente, la jornada se clausuró con un debate sobre el impacto del plan de 1973 en las empresas y los profesionales de la contabilidad y la auditoría. Moderado por Xavier Cardona, gerente del Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Cataluña, y con la participación de Josep Puigvert, director de Alhos Abogados y Economistas, Gemma Soligó, socia de la firma Grant Thornton y Ramon Talamàs, presidente de la Cámara de Comercio.
Las personas ponentes coincidieron en destacar las virtudes que supuso la aparición del PGC, en el sentido de que esta herramienta supuso una normalización -un orden- de la situación contable, que impactó positivamente tanto en las empresas como en los profesionales, como puntualizó Soligó. Fue un “revulsivo”, destacó Puigvert, puesto que ordenaba la situación en la que se encontraban muchas empresas que no tenían un plan de contabilidad. Talamàs, a su vez, añadió que fue una buena herramienta a nivel macroeconómico aunque sostuvo habría que dar más pasos para mejorar su utilidad.
Preguntados por la incidencia de las Normas de Información de Sostenibilidad, se puso sobre la mesa la necesidad de una integración de la información financiera y la no financiera, con la previsión de que el plan de contabilidad pueda necesitar de una transformación, como subrallaron Soligó y Puigvert, mientras que Talamàs reivindicó la necesidad de poseer una mayor cultura sobre la contabilidad, haciendo alusión a lo que los docentes habían destacado anteriormente, en el sentido de que es bueno conocer la norma y el detalle pero también el porqué de la norma.